miércoles, 2 de noviembre de 2016

Resultados y Analisis

Prueba de degradación mecánica.

En cuanto a los procesos de degradación mecánica las láminas se expusieron al sol y se observó que la prueba 4  tuvo una reducción mayor en comparación del resto de las pruebas, su tamaño se redujo 1.4 cm, en cuanto su peso disminuyó un 17.5%. La adición de Carboximetilcelulosa  (CMC) que contiene le otorgó la dureza al biopolímero de mango, es por ello que esa mezcla  fue la que se selección para la elaboración de los popotes, las propiedades organolépticas derivadas de esta adición fueron mayor grosor, flexibilidad, dureza y textura menos rugosa.  Siendo esta lámina la que en condiciones de almacenamiento en el hogar no se oxidó ya que se agregó ácido cítrico.
Durante los 20 días a los cuales se expusieron las pruebas al ambiente, se observó que la humedad presente en el ambiente (80% de humedad relativa para los meses de Agosto y Septiembre) ocasionaba que las láminas absorbieran el agua tanto de esa humedad como de los días que llovió, siendo el biopolímero un material hidrofílico las primeras pruebas mostraron que se desintegraban con facilidad (en menos de 10 días), lo que condujo a aumentar la concentración de almidón y glicerina, es importante señalar que aun cuando el almidón es una sustancia que se disuelve en agua, éste es insoluble en agua fría (Ruiz, Montoya y Paniagua, 2009).

Prueba de degradación biológica

Esa capacidad de absorción de agua es fundamental para el proceso de biodegradación, al aumentar esta propiedad los microorganismos presentes en la tierra son capaces de metabolizar y convertir el biopolímero en fragmentos de menor tamaño. Es por ello que la segunda prueba de degradación por acción de levaduras (Saccharomyces cerevisiae) permitió determinar si las diversas pruebas elaboradas eran degradas por estos hongos unicelulares. La pérdida de peso y el cambio en la forma de las láminas únicamente se presentó en las láminas de la 1 a la 5, excepto la prueba testigo que sólo contenía agua y el biopolímero. Esta degradación biológica  demuestra que a comparación de los polímeros sintéticos o plásticos que tardan en promedio de 100 a 150 años en degradarse, es factible de ser incorporado al ciclo del carbono y por ende es un material biodegradable.
El almidón extraído de la cáscara de mango (y almidón de  chícharo, maicena y cáscara de mango), al ser una molécula orgánica de la familia de los carbohidratos, específicamente un polisacárido, y ser la base de la composición del biopolímero elaborado, permite que sea consumido por organismos presentes en la tierra (al ambiente) donde fueron colocadas las muestras. Las siguientes fotografías muestran la descomposición de las láminas en las cajas Petri con levaduras.




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